jueves, 16 de julio de 2009

Entrevista a Ramón E. Azócar A.


"EN VENEZUELA HAY UNA DICTADURA MEDIÁTICA"

Por: Luis Mendoza Silva

Desde hace tiempo he venido pescando una opinión, un comentario acerca de la realidad nacional, del poeta y politólogo guanareño Ramón Azócar, quien ha mantenido una postura de bajo perfil con la situación nacional, sobre todo con la realidad política de su país. Azócar ha estado dedicado a la escritura académica, al género poesía y ensayo, y a sus clases universitarias; ya ni le vemos en las actividades culturales y sociales; y por qué de esto, él mismo nos responde que “hay que tomar un tiempo para meditar”…En esta ocasión, disertaremos un poco con la realidad nacional, mirando hasta el fondo el papel de Portuguesa en el mapa estratégico del proyecto de país socialista que plantea el presidente Hugo Chávez.

¿Cómo vez la realidad nacional?
-Desde hace tiempo Luis, el país enfrenta una situación de inconformidad, de agotamiento de su modelo político. Con las acciones del 4 de febrero y 27 de noviembre del 92, el país entendió que era posible plantearse un cambio. La insistencia de Chávez de seguir en la diatriba política y de enfocarse en la toma del poder como vía para propiciar los cambios trascendentales que a su juicio necesitaba Venezuela, dieron con un gobierno atípico, lleno de situaciones controversiales y con una expectativa de vida bajo reserva por parte de la comunidad internacional. Lo que no tuvo en cuenta esa comunidad internacional, era la astucia e inteligencia de Chávez, lo que ha producido un gobernante con un 73% de popularidad demostrada y con un partido político poderoso no sólo en Venezuela, sino continentalmente. A esta realidad política se le ha querida tachar de “dictadura”, nada más aislado de la realidad; hay un exceso de libertades y eso es lo que ha traído “guarimbas”, “inseguridad”, alteraciones de la vida cotidiana y normal del venezolano. Lo que hay en Venezuela es una dictadura mediática que tiene que ponérsele coto o de lo contrario el clima político nacional tendrá sus vaivenes y no terminará de concretar ese proyecto tan anhelado que es el socialismo.

¿Vez en Portuguesa una posibilidad real del construir el modelo socialista?
-Luis, yo nací, siempre lo digo, en el Hospital viejo de Guanare; el que queda en la carrera 3, hoy Dirección Regional de Salud; allí, en una de las primeras oficinas, donde creo que está el departamento de Planificación y Proyectos; allí ví la luz por vez primera; es decir, soy guanareño, portugueseño y venezolano, con un alto sentido patrio y republicano. Nadie me va a venir a enseñar cómo es mi gente y qué necesita. Por ello, me ha dado mucho sentimiento ver la falta de de interés político que han tenido nuestros gobernantes regionales y locales. Los meto a todos en un mismo saco, menos a los recientes que aún está demostrando sus bondades. El trabajo que viene emprendiendo Wilmar Castro Soteldo, por quien voté por convicción y no por “jalabolismo”, me ha parecido acertado tanto y en cuanto ha buscado puentes de diálogo entre los diversos sectores sociales; pero tiene mucha debilidad en el ejercicio de la gobernabilidad. Hay flancos evidentes de parcelas políticas en el poder regional que pareciera se le fueran de las manos a Castro Soteldo, ello me preocupa porque de esa manera el anhelo de los sectores progresistas de Portuguesa de un cambio y un rumbo hacia la estructura socialista pregonada por el poder central, será una vaga ilusión y por ende un posible fracaso.

Es decir: ¿Aprecias que hay obstáculos en Portuguesa para crear el Estado Socialista?
-Definitivamente. Si el ejercicio del poder no lo asume Castro Soteldo con todas sus riendas, esto dará pie para liderazgos grupales que atrasaran el desarrollo de las políticas estratégicas para la construcción del Estado Socialista. El ahora histórico requiere de centralización de poder y control de las instituciones…

¿Qué piensas de los cuestionamientos de corrupción hacia algunas personalidades políticas de la región?
-Acá nos conocemos todos. Todos transitamos las mismas calles. Por más que se intente defender a un funcionario que haya saltado de una bicicleta a una Gran Explore, todos sabemos que para haberlo logrado tuvo que haber simpatizado con la corrupción. Recuerda el viejo dicho español: ¡político que no roba termina pobre!

¿Qué te ha parecido el gobierno municipal?
-La Alcaldía de Guanare, que la conocí desde adentro en mi experiencia de asistente administrativo del despacho de Jesús Vela Burgos, por allá entre el 2003 y 2004, siempre me pareció un monstruo de organismo; sin pie ni cabeza. Mis funciones de entonces eran de papelería y no tenía acceso ni a asesorar ni a decir nada, toda vez que mi entrada se debió a una oportunidad de amigos y no política; lo cual me da la moral para decir que no se hizo el trabajo por buen camino, hubo por parte de Chuy buenas intenciones, pero persistió eso que expresé del gobierno de Castro Soteldo, visos de ingobernabilidad. Ello acabó con la gestión y las buenas intenciones. Con Rafael Calles ha pasado lo contrario; pensé, por ciertas figuras que le hacen lobby a él que terminaría manipulado y desquebrajado en el ejercicio del poder; pero ha demostrado inteligencia, sentido de la oportunidad. Pienso que ha sido uno de los gobiernos locales que más le ha hecho a Guanare, con las críticas que pueda presentar porque todo no es un lecho de rosas, pero el esfuerzo está siendo reconocido por quienes si interesa que lo reconozcan: el electorado.

Y para terminar: ¿En Venezuela podrá pasar lo de Honduras?

-Ni tan rápido, ni tan fácil; recuerdo esa frase del viejo Jorge Olavarría cuando los acontecimientos de abril del 2002; Venezuela ya tuvo su 28 de junio hondureño. La codicia de quienes desde el estamento militar se prestaron para el Golpe del 2002, repercutió a favor del Presidente y no paso nada. Hoy es muy difícil que la oficialidad asuma una conducta contraria al poder instituido. Lo de Honduras no tiene razón lógica, sólo razón autoritaria. Allí se impuso el poder de las armas y punto. En Venezuela el poder de las armas está en la institución militar que obedece a su comandante en jefe y respeta las leyes y la Constitución. No hay caminos oscuros, ni presagios de gloria para quienes sueñan con la salida violenta de Chávez del poder. Muy difícil que nos ocurra un 28 de junio, pero eso sí, ello no implica que no se esté alerta. Muchos intereses que el gobierno de Chávez ha tocado para beneficiar al colectivo, son hoy sus más férreos enemigos, y son enemigos de cuidado. El camino es “ancho y lejano, pero es el camino”, y hacia allá, hacia ese frente anhelado de bien común y justicia social es que todos queremos ir.

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